3/1/11

Sólo nos queda el roscón

Las vacaciones navideñas están llegando a su fin. Tras la primera fiesta del año (el cotillón de Nochevieja) y sus posterior resaca (no la sufre todo el mundo, pero me consta que muchos si…), llega la hora de los propósitos de año nuevo. Este año el de dejar de fumar tiene un poco de ayuda (guste más o menos) con la ley anti-tabaco. El otro propósito estrella es quitarse los kilitos demás. Y es que quién más y quién menos nos pasamos con la comida y la bebida en estos días: la cena de Nochebuena, la de Nochevieja, cenas familiares, con amigos, con compañeros y cenas como esta:

Creo que la Navidad es el tiempo por excelencia de las cenas, ¡qué saturación! Y muchos celebran también cena la noche de reyes (a mi me toca cena de cumpleaños, así que la celebraré). Pero tengamos cena, o no, de lo que no nos libramos es del roscón de Reyes…Y como nos toque la lotería del niño…más exceso todavía, pero en esa ocasión con más gusto que en todas la anteriores.

Cómo dije en la entrada anterior, en las cenas navideñas de mi casa incluí e año pasado una tradición inglesa. Es esta:

Bueno, digo inglesa pero también es tradicional en los países de la British Commonwealth (Canadá, Australia, Nueva Zelanda y Sudáfrica) y es muy popular en la vecina Irlanda. Probablemente los habéis visto en el colegio o en academias de inglés en España, es una manualidad muy típica cuando se acerca Navidad. Son los Christmas Crackers

Al parecer, la idea de los crackers se le debe a Thomas J. Smith, propietario de una tienda de caramelos en Londres en el siglo XIX. Por lo que tengo entendido, en 1847 Smith buscaba un regalo novedoso copiando ideas de Francia. En Inglaterra los dulces no se vendían envueltos y nuestros vecinos ya los comercializaban así. De la forma de los caramelos viene la forma de los Christmas crackers. En aquel primer modelo, los crackers tenían en su interior caramelos y un papel con un lema o un chiste.

En la actualidad, los crackers mantienen el chiste y el sonido (“crack”) al romperse (gracias a la tira de papel con una pequeña porción de pólvora). Han cambiado los caramelos por regalos y una corona de papel (éstas fueron introducidas por los hijos de Smith)


El mecanismo es muy sencillo: antes de la cena todos los comensales cogen sus cracker por un extremo y le ofrecen el otro a la persona de al lado (lo suyo es cruzar los brazos) y después se estira, el cracker se rompe y cada persona se queda con una parte. Es divertido que todos estiren al mismo tiempo porque parece el “petardo-chupinazo de inicio de la cena” (un pequeño “crack” que si se junta con muchos, ya se oye bastante). El que se queda con la parte más grande es el que obtiene el regalo, debe leer la broma y lucir la corona de papel toda la cena. Eso en teoría, porque al final todo el mundo acaba cogiendo un regalo y una corona, le haya tocado o no.

En mi casa lo cumplimos con mis sobrinos. Normalmente el que más estira rompe el cracker, así que se queda con la parte pequeña, como los niños estiran menos, siempre se quedan con el regalo. Además, el año pasado, improvisé un cracker gigante para entregar mi regalo del amigo invisible el día de Reyes:

Toda aportación divertida de otras culturas es buena para nuestras fiestas, ¿o no? La pena es que no se donde los venden en España y para hacerlos no se donde encontrar las tiras con pólvora, así que, como he hecho en este 2010, tendré que darme una vueltecita por Londres en 2011 antes de Navidades para que los Christmas Crackers no falten en la cena de Nochebuena.


¡Ah! Se me olvidaba, ¡Feliz nueva década a todos!

2 comentarios:

  1. Perdón por mi vos en el video!!Q se escucha muy bajita :(:( creia q estaba más alta!

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  2. Al menos yo oigo perfectamente el video, no pasa como los que yo hago que mi voz se hace más pequeña de lo que es.
    Viendo la foto del Crackers gigante del año pasado recuerdo el rato que pasamos preparándolo y tb mi paso por Londres.
    como bien dices, queda todavía la noche mágica de Reyes, desde niña esa ha sido para mi la noche más mágica del año y, a pesar de todo, sigue siendo una noche mágica.
    Un besillo pedorra.

    pd/ procura no tocarme mucho la moral q para tocar las narices ya hay otros. Otro besillo

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